Los patch cords de fibra óptica drop monomodo se utilizan principalmente para conexiones de larga distancia en redes de telecomunicaciones, ofreciendo una transmisión de datos rápida y confiable. Son ideales para instalaciones exteriores, conectando puntos distantes como edificios o secciones de una red extensa. En aplicaciones de FTTH (Fiber to the Home), llevan la fibra óptica desde la central de distribución hasta los usuarios finales. Además, se emplean en entornos industriales para la automatización y monitoreo remoto, resistiendo condiciones ambientales adversas gracias a su cubierta robusta y segura LSZH (Low Smoke Zero Halogen), lo que asegura un rendimiento duradero y seguro.